En el marco de la reunión titulada “Abordaje integral del trastorno por consumo de alcohol” celebrada en Segovia, el Dr. Antonio Terán, psiquiatra y Responsable médico del C.A.D San Juan de Dios de Palencia analizó la reducción del consumo como una alternativa válida a la adicción al alcohol.
El experto recordó que la abstinencia ha sido considerada durante mucho tiempo como el objetivo principal del tratamiento de la dependencia del alcohol. Sin embargo, los estudios realizados muestran que más de dos tercios de los pacientes no alcanzan el objetivo de abstinencia. También indican que menos de la mitad de los pacientes permanecen abstinentes después de los 5 años y que el 38% recaen hacia un consumo intenso.
Los elevados porcentajes de fracaso, señaló el Dr. Terán, pueden ser debidos a que la abstinencia es desmotivadora o indeseable para muchos pacientes.
Por tanto, existe actualmente la necesidad de disponer de una opción terapéutica para pacientes con dependencia del alcohol que no se sienten preparados para la abstinencia o para quienes la abstinencia no es aceptable, deseable o realista.
“Reducir el consumo de alcohol, en aquellos pacientes en los que está indicado, ofrece una alternativa práctica de tratamiento de la abstinencia, como objetivo intermedio para alcanzar la abstinencia o como objetivo inicial en aquellos pacientes con dependencia del alcohol leve o moderada o que no responden a la abstinencia”
Dr. Terán.
Ofrecer diversos objetivos terapéuticos (abstinencia o reducción del consumo) mejora el compromiso, que es crucial para el éxito del tratamiento, facilita una intervención precoz y puede aumentar la motivación del paciente. La motivación es importante para que el paciente busque, cumpla y termine el tratamiento y consecuentemente mejoren los resultados del mismo.
El Dr. Terán recalcó que el concepto de reducción del consumo permite acceder a la terapia a pacientes que de otra manera no habrían buscado ayuda o habrían abandonado el tratamiento.
Beneficios de la reducción del consumo de alcohol
Existe una sólida evidencia científica que apoya los beneficios de una reducción del consumo de alcohol como alternativa a la abstinencia. En pacientes con nivel de consumo de riesgo alto o muy alto y dependencia del alcohol de cualquier grado, la reducción del consumo es beneficiosa para disminuir la gravedad de muchas patologías comórbidas y prevenir la aparición de patologías potencialmente mortales como la cirrosis hepática, la pancreatitis o la enfermedad cardiovascular.
A este propósito, el Dr. Terán recordó que existe una clara correlación dosis-dependiente entre el alcohol y la morbimortalidad.
Por otra parte, Hodgins et al. constataron que el 49% de los pacientes con una preferencia inicial por la reducción cambiaron el objetivo a abstinencia a las 4 semanas (Hodgins et al. Addict Behav 1997). Ello indica que el objetivo inicial de reducción de consumo de alcohol puede ser eficaz en el tratamiento de la deshabituación.
Tratamiento farmacológico
Existen múltiples intervenciones psicológicas para el tratamiento de la adicción al alcohol. Es el caso de la entrevista y terapia motivacional, las terapias grupales, las terapias cognitivo-conductuales o las intervenciones breves, entre otras. Estas intervenciones psicológicas se acompañan de tratamientos farmacológicos que ayudan con diferentes niveles de evidencia a reducir el consumo o mantener la abstinencia. Uno de los últimos fármacos comercializados es nalmefeno (Selincro®). Este agente es un antagonista de los receptores opioides mu (μ) y delta (δ) y un antagonista parcial del receptor kappa (κ), de tal manera que produce una inhibición indirecta en la liberación de dopamina y disminuye los efectos gratificantes de recompensa y refuerzo del alcohol y el deseo por consumirlo (craving).
“Nalmafeno (Selincro®) es una alternativa eficaz en la reducción de la recompensa y del refuerzo asociado al consumo de alcohol favoreciendo la disminución del consumo y con ello los daños asociados”, concluyó el Dr. Terán.